Un agujero negro en el centro de nuestra galaxia
¿Qué hay en el centro de la Vía Láctea? Durante mucho tiempo se ha sospechado que, en el corazón de nuestra Galaxia, se escondía un agujero negro, pero no se podía afirmar con certeza. Después de 15 años de observaciones regulares del Centro Galáctico con los telescopios de ESO en los Observatorios La Silla y Paranal, los científicos finalmente obtuvieron evidencias concluyentes.
Las estrellas del centro de la Vía Láctea están concentradas de forma tan densa en tan poco espacio que se necesitaron técnicas especiales de fotografía, tales como la Óptica Adaptativa, para incrementar la resolución del VLT. Así se llegan a distinguir estrellas individuales con una precisión sin precedentes a medida que se mueven alrededor del Centro Galáctico. Sus trayectorias muestran de modo concluyente que deben estar orbitando bajo la influencia del inmenso campo gravitatorio de un agujero negro supermasivo, con una masa casi tres millones de veces mayor que la de nuestro Sol. Las observaciones del VLT también han revelado destellos de luz infrarroja emergiendo de la región a intervalos regulares. Aunque la causa exacta de este fenómeno sigue siendo desconocida, los observadores han sugerido que puede deberse a que el agujero negro podría estar girando rápidamente en torno a su eje. Sea lo que sea lo que está ocurriendo, está claro que la vida del agujero negro no es sólo paz y silencio. Ver noticias eso1332, eso1151, eso0846, eso0226 y eso0330
Los astrónomos también usan el VLT para mirar hacia el centro de otras galaxias, donde nuevamente encuentran claras señales de agujeros negros supermasivos. En la activa galaxia NGC 1097 se ha podido ver con un detalle sin precedentes una compleja red de filamentos cayendo en espiral hacia el centro de la galaxia. Quizá se trate de la primera visión detallada del proceso que produce materia desde la parte principal de la galaxia hasta su final en el núcleo. Ver noticias eso0109, eso0319, eso0414, eso0529, y eso0534.
El punto culminante de una campaña de observación que ha durado 26 años, utilizando el VLT, fue la confirmación, en el 2018, de los efectos predichos por la relatividad general de Einstein en el movimiento de una estrella pasando por el campo gravitatorio extremo que hay cerca del agujero negro supermasivo del centro de nuestra galaxia. Ver comunicado de prensa de ESO eso1825.
"Necesitábamos imágenes aún más nítidas para resolver la cuestión de si era posible alguna configuración que no fuera un agujero negro, y contábamos con el VLT de ESO para proporcionárnoslas. ¡Ahora sí podemos afirmar que ha dado comienzo la era de la física observacional de agujeros negros!".
Reinhard Genzel, Director del Instituto Max-Planck para Física Extraterrestre.