¡Encerrado! Detrás de las persianas de alta tecnología del VLT

Te estarás preguntando dónde se tomó esta imagen de la semana, si dentro de un taller de ingeniería o tal vez en una zona en construcción. ¡En realidad, esta foto muestra el interior de una de las cúpulas del Very Large Telescope (VLT) de ESO! En la foto hay un conjunto de grandes pantallas cortavientos, cada una de alrededor de medio metro de altura, vitales para permitir que el VLT tome las cristalinas imágenes cósmicas que vemos hoy.

La cúpula del VLT es clave para protegerlo contra los elementos: viento, lluvia y granos de arena y polvo. Pero estas grandes estructuras pueden causar sus propios problemas a los astrónomos. Las cúpulas pueden agitar el aire contenido en ellas, creando un efecto llamado turbulencia del aire (similar a la turbulencia que podría darte un susto en un viaje en avión). Esta turbulencia difumina las imágenes tomadas por el telescopio y debe corregirse.

La forma de la cúpula se puso a prueba concienzudamente en túneles de viento para minimizar la turbulencia. El recinto también puede regular automáticamente tanto la temperatura como el flujo de aire que hay alrededor del telescopio, lo que ayuda aún más a mantener la turbulencia bajo control. Las pantallas plateadas que ves detrás de los astrónomos en esta imagen se deslizan horizontalmente para abrirse y cerrarse a medida que el telescopio se mueve hacia arriba y hacia abajo, bloqueando la parte inferior de la rendija de la cúpula por donde pasa la luz por la noche. Esto ayuda a garantizar un flujo de aire suave alrededor del telescopio y lo protege del viento. Además, la cúpula está equipada con un conjunto de ventanas y persianas en su periferia, que se abren y cierran automáticamente durante toda la noche para garantizar que el VLT siempre funcione al máximo rendimiento, ofreciendo imágenes nítidas.