Los transportadores de ALMA: Otto y Lore
La capacidad de ALMA para reconfigurar sus antenas la convierte en un potente telescopio. Las antenas que fueron construidas con componentes de precisión y tecnología de vanguardia, tienen un peso de 100 toneladas, de manera que para lograr moverlas se requiere de vehículos especialmente diseñados. Los ingenieros debieron diseñar vehículos resistentes y suficientemente durables como para transportar una antena, sin contratiempos, por el camino de 28 Km desde el Operations Support Facility (instalación para el apoyo a las operaciones) ubicado a una altura de 2.900 metros, hasta el Llano de Chajnantor, a una altura de 5.000 metros, además de moverlos para formar nuevas configuraciones en el Llano cuando fuera necesario.
ALMA utiliza dos de estos enormes transportadores, que se han denominado Otto y Lore. Los vehículos gemelos tienen una longitud de 20 metros, 10 metros de ancho y 6 metros de altura, y cada uno tiene 28 ruedas neumáticas. Inclusive sin carga, cada vehículo pesa 130 toneladas. Se requiere de gran potencia para mover tales cargas, por lo cual cada vehículo está equipado con dos motores diesel de 700 HP (500kW) y tanques de combustible con una capacidad de 1.500 litros. A pesar de su volumen y potencia, estos colosales vehículos amarillos podrán situar las antenas con una precisión de milímetros, asegurando que se coloquen exactamente en sus plataformas con estructura de hormigón. Se les utiliza para mover y situar las 50 antenas que componen el conjunto principal en diversas configuraciones, sobre extensiones que fluctúan desde 150 metros hasta 16 kilómetros.
La construcción de Otto y Lore planteó desafíos de diseño únicos. Se les instaló un sistema de frenos, hechos a la medida y dispositivos de seguridad como protección contra accidentes y daño a las valiosas antenas de ALMA. El respaldo del asiento del conductor tiene un contorno que le permite llevar puesto el tanque de oxígeno necesario para conducir en gran altura. No solo el conductor percibe los efectos de la altura: los motores de 700 HP de Otto y Lore generan, en realidad, alrededor de 450 HP (320kW) al trabajar en el aire enrarecido por la falta oxígeno del llano, a una altura de 5.000 metros.
Los transportadores alcanzan una velocidad máxima de 20 km/h, o de 12 km/h al transportar una antena. Esta velocidad no es alta, pero las principales preocupaciones en su diseño fueron la seguridad y precisión. Al cargar y descargar una antena, o realizar otras maniobras críticas, los transportadores pueden ser operados por radio a control remoto, permitiendo al conductor estar de pié, fuera del vehículo, vigilando la maquinaria.
Sin estos impresionantes vehículos para transportar las antenas, ALMA no sería factible. Un observatorio moderno requiere de una combinación de diversas tecnologías de vanguardia. Otto y Lore juegan un importante papel en el enorme y excitante proyecto ALMA.