La vicuña y la antena

En lo alto del llano de Chajnantor, una solitaria vicuña — un pariente de llamas, alpacas y camellos — se para junto a la antena de APEX.

Tanto el animal como la antena están bien equipados para enfrentarse a la dureza de su entorno, apartado y árido. En Chajnantor, a unos 5.000 metros sobre el nivel del mar, las temperaturas pueden subir bastante durante el día gracias a la intensa luz del sol radiante y a la delgada atmósfera. Sin embargo, durante la noche, el mercurio de los termómetros cae drásticamente.

Los ingenieros construyeron la antena de APEX para soportar las inclemencias del tiempo, diseñándola cuidadosamente con la idea de soportar la implacable luz del sol, los vientos fuertes y los cambios de temperatura de entre + 20 y-20 grados centígrados.

Mientras, la resistente vicuña también puede manejar los caprichos de la naturaleza gracias a su pelaje grueso y lanudo que mantiene el aire caliente cerca de su cuerpo. La especie, que sólo se encuentran a grandes altitudes en las montañas de los Andes, pasta en las duras hierbas que hay en las pendientes, por lo demás, estériles. Aunque la región de Chajnantor es uno de los lugares más secos del planeta, a veces los cambios de temperatura pueden incluso hacer que nieve en la meseta, un acontecimiento que ha llamado la atención de la curiosa vicuña de esta imagen.

Crédito:

Jaime Guarda/ESO

Sobre la imagen

Identificador:potw1622a
Idioma:es
Tipo:Fotográfico
Fecha de publicación:30 de Mayo de 2016 a las 06:00
Tamaño:3456 x 5184 px

Sobre el objeto

Nombre:Atacama Desert, Atacama Pathfinder Experiment
Tipo:Unspecified : Technology : Observatory : Telescope

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