Bajo la Vía Láctea

En las zonas interiores del desierto chileno, los astrónomos que se alojan en La Residencia de ESO (el hotel del Observatorio VLT) pueden presenciar paisajes del cielo como pocos en la Tierra.

Diseñado por los arquitectos alemanes Auer+Weber+Assoziierte, La Residencia ofrece un oasis para aquellos que trabajan en el Observatorio Paranal de ESO. El desierto de Atacama es uno de los parajes más duros imaginables. Sequedad extrema, intensa radiación ultravioleta del Sol y una gran altitud forman parte normal de la vida cotidiana. Sin embargo, al caer la noche, La Residencia se convierte en uno de los lugares del mundo que cuenta con las mejores condiciones de observación.

La Residencia y el conjunto VLT (Very Large Telescope) de ESO), ubicados en el Observatorio Paranal, están lejos de fuentes de contaminación lumínica y tienen unas condiciones atmosféricas excepcionalmente despejadas. En noches sin luna, el cielo puede ser tan limpio y oscuro que la luz de la Vía Láctea puede arrojar sombras sobre la tierra. Estos factores permiten llevar a cabo observaciones científicas de alta calidad y, a su vez, ofrecen condiciones increíbles para la astrofotografía, ejemplificada en esta impresionante foto tomada por Luis Calçada, diseñador gráfico de animaciones que trabaja en la sede central de ESO en Garching (Alemania).

En esta fotografía se aprecia el plano de la Vía Láctea sobre La Residencia mientras miembros del personal se paran a contemplar la espectacular vista.