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ESO y socios internacionales solicitan a las Naciones Unidas la protección de los cielos oscuros y silenciosos de la Tierra
7 de Febrero de 2022
Un grupo de colaboración internacional con participación de ESO envió un nuevo artículo científico a la Comisión sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos (COPUOS) con el objetivo de lograr una mejor protección de los cielos oscuros y silenciosos de la Tierra. El día de hoy, el artículo fue aceptado para discusión en la Subcomisión de Asuntos Científicos y Técnicos de COPUOS, en lo que será la primera vez que las Naciones Unidas pondrá formalmente la temática de los cielos oscuros y silenciosos como un punto de su agenda. El artículo, que cuenta con el respaldo de Chile, España y Eslovaquia, impulsa a la comunidad internacional a proteger la capacidad mundial de observación astronómica de las interferencias artificiales disruptivas y dañinas.
El cielo nocturno entrega un paisaje abundante en estrellas a sus afortunados espectadores, aunque en las últimas décadas se ha experimentado una baja en la calidad debido a la invasiva contaminación lumínica de la Tierra, a la que actualmente se añade una nueva amenaza: la gran cantidad de satélites que se ha puesto en órbitas terrestres bajas. Se cree que podrían lanzarse hasta 100.000 satélites a estas órbitas en las próximas décadas, y aunque son importantes para las comunicaciones mundiales, pueden provocar problemas en la astronomía debido a su elevado número, su brillo en el cielo y sus ondas de radio omnipresentes. Específicamente, estos satélites pueden afectar los estudios que requieren de observación crepuscular, como la búsqueda de asteroides peligrosos para la Tierra.
Hacia la década de 2030, se podría detectar en todo momento más de 5.000 satélites sobre un observatorio de latitud media cualquiera. Esto se apreciará en todas las imágenes de gran campo obtenidas durante el crepúsculo, a excepción de aquellas capturadas por los telescopios ópticos más pequeños. Las grandes constelaciones satelitales también son un problema para la radioastronomía. Este gran número de satélites significará miles de radiotransmisores adicionales, los cuales afectarán los estudios realizados con radiotelescopios altamente sensibles. Todo esto hace patente la necesidad de contar con leyes, políticas y coordinación globales para la protección de los cielos oscuros y radiosilenciosos.
El artículo presentado a la subcomisión de COPUOS enumera cuatro líneas de acción principales para combatir el efecto de los satélites sobre los observatorios astronómicos: reconocer que la investigación astronómica terrestre y espacial constituyen parte fundamental de la exploración espacial; llamar la atención de los gobiernos con respecto al daño provocado por la expansión sin control de las fuentes lumínicas artificiales nocturnas; apoyar la adopción de un conjunto de buenas prácticas voluntarias por parte de los operadores de constelaciones satelitales; y garantizar que los “Efectos de las constelaciones satelitales en las instalaciones astronómicas” se incluya en la agenda de la Subcomisión de Asuntos Científicos y Técnicos hasta que se logre una solución satisfactoria.
El artículo fue firmado conjuntamente por ESO, la Unión Astronómica Internacional (UAI) y el Observatorio SKA (Square Kilometer Array, por sus siglas en inglés) y entrará en discusión el lunes 14 de febrero como parte de la sesión 59 de la Subcomisión de Asuntos Científicos y Técnicos de COPUOS. Esto permitirá a los delegados internacionales reflexionar, discutir y ponderar acciones a futuro con relación a la protección de los cielos nocturnos oscuros y silenciosos. La discusión es un paso clave en el involucramiento de los legisladores internacionales en la implementación de medidas de protección para la astronomía a nivel mundial.
Es fundamental tener una perspectiva internacional para la protección de los cielos oscuros y silenciosos y se necesita la colaboración de los gobiernos, la industria y los astrónomos. Incluso los ciudadanos, cuyo acceso a los cielos debe protegerse con fines culturales y patrimoniales, juegan un papel importante en la campaña. ESO, observador permanente en COPUOS, ha abogado permanentemente por la concertación de políticas para la protección de los cielos oscuros y silenciosos.
El Director de Relaciones Exteriores de ESO, Andrew Williams, quien representa a ESO ante COPUOS, señaló: “La participación de ESO en COPUOS es fundamental, pues es el lugar donde podemos defender la astronomía ante los legisladores. La inclusión de los cielos oscuros y silenciosos como punto de nuestra agenda nos ha permitido dar mayor importancia a este problema y asegurarnos de que los gobiernos del mundo entiendan las necesidades de la comunidad astronómica”.
Las recomendaciones entregadas en el artículo se obtuvieron a partir de un informe reciente del Grupo de trabajo de cielos oscuros y silenciosos, una instancia de colaboración internacional liderada por la UAI y en la que participaron científicos y expertos en política de ESO. El informe aborda cómo se pueden implementar medidas políticas para reducir el efecto de las constelaciones satelitales sobre la astronomía.
“Esperamos que la Subcomisión de Asuntos Científicos y Técnicos de COPUOS acepte las cuatro líneas de acción propuestas”, comentó Xavier Barcons, Director General de ESO, quien agregó: “Esto nos acercará a los cambios legislativos necesarios a nivel mundial para conservar el legado de nuestros cielos nocturnos”.
Enlaces
- Artículo de las Naciones Unidas
- Informes del grupo de trabajo de Cielos oscuros y silenciosos para la ciencia y la sociedad
- Simulaciones analíticas del efecto de las constelaciones satelitales sobre las observaciones ópticas y de infrarrojo cercano
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