17 de Julio de 2013
¿Qué dirías que es viejo? ¿Tus padres? ¿Tus abuelos? Bueno, en términos astronómicos, los humanos nunca se hacen viejos. Nuestro Sol ha existido durante 4600 millones de años, ¡y sólo está a la mitad de su vida! Debido a que el tiempo de vida de los cuerpos cósmicos es mucho mayor, puede parecernos que no hay apenas cambios en el espacio. Rara vez conseguimos ver una estrella acabar su vida en una fantástica explosión de supernova. O ver un desafortunado objeto vagar demasiado cerca de un agujero negro y ser atrapado hacia su interior. Pero, espera… ¡eso es precisamente lo que están viendo ahora los astrónomos! Y no es simplemente cualquier agujero negro el que se está 'alimentando', ¡sino el agujero negro supermasivo que se encuentra en el centro de nuestra propia Galaxia!
Se piensa que casi cada galaxia posee un agujero negro supermasivo en su corazón. El nuestro se llama Sagitario A*. Se llama así porque cuando lo buscamos en el cielo nocturno, tenemos que mirar hacia la constelación de Sagitario, que puedes ver en la imagen 2. Pero no esperes ver Sagitario A. Los agujeros negros reciben ese nombre por su color, o más bien por su ausencia de color. Frente al fondo negro del espacio, los agujeros negros son invisibles - hasta que empiezan a comer.
Ahora, una nube gigante de gas flotó demasiado cerca del agujero negro del centro de nuestra Galaxia, y por primera vez en la historia, ¡hemos tenido la fortuna de verlo en acción! Esta figura muestra la nube (en rojo), que ha sido estirada tanto por la gravedad del agujero negro que parece espagueti! De hecho esto se llama "Espaguetificación" o "Efecto Pasta". Las extravagantes líneas azules que cruzan la imagen son una representación artística de las órbitas que sigue cada una de las estrellas de esta figura.
Dato curioso: Antes de que los astrónomos supieran que existía Sagitario A*, estaban muy confusos por ciertos comportamientos extraños en el centro de nuestra galaxia, ¡Cerca de una docena de estrellas parecía estar bailando en círculos alrededor de nada! Y mientras que nuestro Sol se mueve por el espacio a unos 220 kilómetros por hora, ¡estas estrellas van zumbando a unos 5000 kilómetros cada segundo!