Sostenibilidad ambiental en el Observatorio Europeo Austral (ESO)

Introducción 

La humanidad se enfrenta a varios desafíos medioambientales importantes, desde el cambio climático al aumento de la contaminación y los desechos. Como una de las organizaciones astronómicas líderes en el mundo, ESO tiene la responsabilidad de encargarse del impacto y la sostenibilidad ambiental de sus actividades y operaciones, velar por conocer su huella climática y contribuir a un futuro sostenible.  

“Sostenibilidad es lo que permite satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las futuras generaciones de satisfacer sus necesidades propias. Además de los recursos naturales, también necesitamos recursos sociales y económicos. La sostenibilidad no es solo ambientalismo. En la mayoría de las definiciones de sostenibilidad también encontramos aspectos relacionados a la equidad social y el desarrollo económico". Universidad de Alberta, Canadá, 2012 

ESO lleva a cabo el diseño, construcción y operación de instalaciones de observación astronómica terrestre, lo que permite ofrecer a astrónomos y astrónomas de todo el mundo algunas de las mejores herramientas para realizar investigación y descubrimientos. Este trabajo permite un avance científico y tecnológico invaluable y contribuye a la sostenibilidad social, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, entre otras ventajas sociales, pero, inevitablemente, también conlleva una carga medioambiental. Por ejemplo, el uso de sistemas informáticos de uso intensivo de energía y el transporte de personas y bienes, necesarios para el desarrollo de la labor científica, consumen energía y recursos, lo cual contribuye al cambio climático.  

Para mitigar este impacto, ESO ha adoptado una serie de medidas en los últimos años para aumentar la conciencia medioambiental, entre ellas, incluyó la “sostenibilidad” entre los valores que rigen su trabajo. ESO está comprometido con la gestión responsable de recursos naturales, humanos y monetarios, por lo que actúa con una visión ambiental, social y económica.  

Para esto, es fundamental evaluar regularmente el impacto ambiental de sus actividades e implementar medidas para mejorar la sostenibilidad. 

Iniciativas de ESO para mejorar la sostenibilidad ambiental 

Reducción de las emisiones de carbono a escala global   

Una auditoría realizada en 2019 arrojó que la huella de carbono de ESO en 2018 fue de alrededor 28 000 toneladas de CO2 equivalente al año (tCO2e/año). Se identificó que las principales fuentes de emisiones correspondían al consumo energético, las adquisiciones (incluyendo mantenimiento y equipos) y el transporte de personas y bienes. 

En 2019, ESO redujo su huella de carbono en aproximadamente un 10 % en comparación con los niveles de 2018 al reducir las compras, el consumo de energía y los viajes. La huella de carbono tuvo una caída adicional, de aproximadamente ~33%, en 2020, principalmente debido al nivel reducido de operaciones y movilidad del personal como resultado de la pandemia de Covid-19. Los números para 2021 no están disponibles en el momento de redactar este artículo, aunque se espera que aumenten a medida que las operaciones regresen gradualmente a los niveles previos a la pandemia. No obstante, se están realizando esfuerzos considerables para reducir permanentemente la huella de carbono de ESO. 

En 2021, el equipo de directores de ESO se comprometió a desarrollar un nuevo conjunto de medidas destinadas a disminuir la huella de carbono de la organización a través de la reducción de desechos y emisiones de gases de efecto invernadero y del ahorro hídrico y energético. Dichas medidas, que abarcan todas las instalaciones de ESO, desde Garching a Chile, incluyen: 

Operar los sitios de observación astronómica con energías renovables. Los observatorios de ESO utilizan el sistema de redes eléctricas de Chile,  que incluye un porcentaje significativo de energías renovables. En La Silla y Paranal se instalaron paneles solares y, en un futuro cercano, los observatorios de ESO en el país funcionarán completamente con energía no contaminante. Con el proyecto de paneles solares de 9 MW, destinado al futuro Observatorio Paranal Integrado que alojará el Telescopio Extremadamente grande (ELT, Extremely Large Telescope) de ESO, al igual que la Red de Telescopios Cherenkov (Cherenkov Telescope Array, CTA), se podrían ahorrar hasta 1700 tCO2e/año, mientras que la planta fotovoltaica de La Silla evita la emisión de hasta 400 tCO2e/año.  

Reducir los envíos aéreos y preferir el transporte marítimo para el envío de materiales de Europa a Chile, con lo cual se podrían ahorrar hasta 1400 tCO2e/año. 

Reducir los viajes de negocios, especialmente los vuelos, y optar por reuniones virtuales, en vez de presenciales, cuando sea posible. Además de mejorar la accesibilidad para muchos, esto también podría significar un ahorro de hasta 800 tCO2e/año. Asimismo, ESO fomenta el uso de “las observaciones como un servicio”, lo que permite minimizar la necesidad de que los astrónomos viajen a los observatorios y, a su vez, reduce la huella de carbono. 

Aumentar la vida útil de los equipos informáticos y transitar a un modelo de reparación de dispositivos averiados con mayor frecuencia, en vez de reemplazarlos. Con esto se podrían ahorrar hasta 2 tCO2e/año y se reduciría el volumen de desechos que ESO envía a vertederos y chatarrerías.  

Aumentar la dotación de vehículos eléctricos y/o fomentar el transporte bajo en emisiones de carbono en las instalaciones de ESO, lo cual puede reducir la dependencia de los combustibles fósiles.  

Integrar la sostenibilidad en la fase de diseño de los proyectos nuevos y los procesos de adquisición por medio de la colaboración y contratación de contratistas que compartan la misma visión de ESO en este sentido.  

Supervisar periódicamente las fuentes de emisiones de ESO y desarrollar planificaciones actualizadas para reducir su huella de carbono.  

Estas medidas, desarrolladas por el Comité de Medio Ambiente de ESO, están en sintonía con las acciones implementadas por sus Estados Miembros, los cuales se han comprometido a reducir las emisiones de carbono, de conformidad con el Acuerdo de París. Asimismo, tienen en cuenta los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), el organismo de las Naciones Unidas responsable de profundizar en nuestra comprensión sobre el cambio climático, la manera en que afecta a nuestro planeta y la medida en que se deben reducir las emisiones para limitarlo. El Comité también se encuentra en proceso de elaborar un plan de acción integral para reducir paulatinamente la huella de carbono de ESO en los próximos años. 

Con todas estas medidas, ESO podría evitar potencialmente la emisión de al menos 4300 tCO2, lo que equivaldría, a grandes rasgos, a la huella de carbono de 1000 vuelos de ida y vuelta entre Europa y Chile al año, además de otros ahorros previstos gracias a las iniciativas locales que se indican a continuación. Con el comienzo de la transición hacia nuevas fuentes de energía, ESO está construyendo el camino hacia un futuro más sustentable. 

Iniciativas locales para la sostenibilidad ambiental 

Gracias a las estrategias institucionales para reducir la huella de carbono, ESO también está comprometido con numerosas iniciativas locales para la sostenibilidad en todas sus instalaciones. Además de la Sede Central de ESO en Garching (Alemania), también cuenta con un planetario y un Centro de Visitas. En Santiago de Chile, ESO tiene oficinas en la comuna de Vitacura, y todos sus sitios de observación astronómica en el país, es decir, La Silla, Paranal y Chajnantor, se encuentran en el desierto de Atacama. El telescopio principal en Chajnantor es el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) y pertenece en un 37,5 % a ESO. Debido a que su propiedad y operación se comparten con otros socios, no se ha incluido en esta página. 

Sede Central, Planetario Supernova y Centro de Visitas de ESO en Garching 

La Sede Central de ESO en Garching (Alemania), es la casa del corazón científico, técnico y administrativo de la organización, y, como tal, depende de informática de alta potencia yde  una excelente infraestructura en tecnologías de la información. Actualmente ESO está revisando el consumo energético de sus servidores para identificar las fuentes de mayor consumo y tomar medidas para reducirlo. También ha decidido promover un plan de energía bajo en emisiones en Garching, ya que apunta a reducir su huella de carbono en Alemania en hasta 250 tCO2e/año, analizando e investigando sus fuentes de consumo energético regularmente. 

La sostenibilidad y el ahorro de recursos son importantes para ESO desde hace muchos años. Las instalaciones incluidas en la ampliación de la Sede Central, edificios de oficinas y un edificio técnico, inaugurado en 2013, tienen un consumo energético significativamente menor que edificios de tamaño similar gracias al aislamiento térmico de las fachadas y a que el edificio de oficinas se calienta con activación del núcleo de hormigón. Con este sistema, el agua subterránea se bombea utilizando una bomba de calor y se usa como calefacción con agua temperada geotérmicamente.  

Además, el triple acristalamiento de suelo a techo en los edificios nuevos y antiguos y las persianas automáticas controlan el paso de luz solar en las habitaciones, con lo que se puede controlar mejor las temperaturas en verano e invierno. En esta misma línea, todas las salas de equipos de TI del sitio cuentan con dispositivos eficientes de circulación de aire acondicionado que cumplen con los últimos estándares. En invierno, se usa aire del exterior para enfriar las salas de equipos de TI, con lo cual se reduce el consumo de energía.

De igual forma, se han incorporado medidas ecológicas al diseño del Planetario Supernova y el Centro de Visitas. El lugar recibió la certificación DGNB Oro (Deutsche Gesellschaft für Nachhaltiges Bauen en alemán o Consejo Alemán de Construcción Sostenible), en términos de sostenibilidad con respecto a sus “aspectos económicos, socioculturales, técnicos y ecológicos". 

ESO está comprometido con la reducción de desechos y contaminación, por lo cual fomenta el reciclaje de diversos materiales en su Sede Central y apoya Stadtradeln, una competencia y campaña en Alemania que promueve la protección climática a través del uso de la bicicleta y dispone de estaciones de carga para vehículos eléctricos en las instalaciones de la organización. Para promover la biodiversidad, existen panales de abejas en las instalaciones de Garching. 

Iniciativas en Paranal  

Paranal alberga el Telescopio Muy Grande (Very Large Telescope, VLT), su interferómetro (VLTI), el Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy (VISTA) y el VLT Survey Telescope (VST). En el cerro Armazones se está construyendo el Telescopio Extremadamente Grande (Extremely Large Telescope, ELT), que será operado desde el Observatorio Paranal. 

En 2017, los cerros Paranal y Armazones se conectaron al sistema eléctrico nacional de Chile, lo que significó una reducción de costos y una baja significativa en la huella de carbono del observatorio (la huella asociada a la generación de electricidad disminuyó desde 12 600 tCO2e/año a aproximadamente 4600 tCO2e/año). Ahora, la electricidad se obtiene desde el sistema eléctrico del país, que cuenta con un porcentaje significativo de energías renovables. La conexión fue posible gracias al Gobierno de Chile y es administrada por el Grupo SAESA. Además, el gobierno apunta a aumentar las energías verdes desde un 11% en 2016 a un 40% en 2030, lo que reduciría aún más el uso de combustibles fósiles como fuente primaria. 

En 2022, ESO inauguró un proyecto solar de 9 MW para las operaciones del futuro Observatorio Paranal Integrado que albergará al ELT y a la Red de Telescopios Cherenkov (Cherenkov Telescope Array, CTA) del Observatorio Austral, operada por ESO, que permitiría ahorrar hasta 1700 tCO2e/año. La planta solar también servirá de apoyo para la región de Antofagasta, ya que puede proveer energía a la comunidad local a través del sistema eléctrico en caso de apagones masivos. 

Si bien el ahorro energético es un objetivo muy importante en Paranal, la necesidad de energía sigue siendo alta, debido a la tecnología de última generación con la que cuenta el sitio. Para reducir el consumo, se han adoptado diversas medidas, como el uso de bombillas LED en la sala de control y en el hotel Residencia, y pronto se reemplazarán los focos de 1000 W en los telescopios por fuentes más eficientes. Adicionalmente, el proyecto solar del sitio se ampliará para proporcionar agua caliente al hotel Residencia y poder reemplazar paulatinamente el uso de calentadores de agua a gas.  

ESO también instaló una moderna estrella de guiado láser en Paranal para reducir el consumo de energía a una décima parte de lo que el láser anterior utilizaba. Además, se instalarán láseres de bajo consumo similares en otros telescopios del VLT en el futuro cercano y se está discutiendo la posibilidad de introducir medidas destinadas a enfriar los telescopios de manera más eficiente. 

Debido a su ubicación remota, las operaciones de ESO en el desierto de Atacama representan grandes desafíos logísticos. Tanto en Paranal como en Chajnantor, los alimentos, el agua y todos los productos de consumo deben ser producidos localmente o despachados desde las ciudades más cercanas. El uso de agua se ha minimizado gracias a la instalación de duchas de bajo consumo, y la introducción de nuevas cámaras de enfriamiento en la cocina ha disminuido la necesidad de transporte de alimentos. También se han incorporado vehículos eléctricos a la flota de Paranal para reducir la huella de carbono del transporte hacia y en el desierto y se espera instalar ocho nuevas estaciones de carga para este tipo de vehículos en 2022. 

Asimismo, a finales de 2021 se inauguró un edificio de oficinas sostenible. Los trabajadores en Paranal generalmente se trasladan en automóvil desde el hotel Residencia hacia la sala de control, que se ubica en el cerro, cerca de los telescopios. Debido a su cercanía con el hotel, los tiempos de traslado a este nuevo edificio se han reducido drásticamente, en comparación con los viajes a la sala de control, lo que a su vez resulta en menos uso de vehículos motorizados y menos emisiones de CO2, y, gracias a los paneles solares, baterías e iluminación LED, este edificio de oficinas puede funcionar de manera autónoma hasta 36 horas. 

Finalmente, ESO sigue comprometido con el legado de los sitios astronómicos en Chile, por lo que promueve los programas de conservación de la naturaleza y conciencia de la cultura e historia locales, especialmente en Coquimbo y Antofagasta, donde se ubican los observatorios. Junto con el Gobierno de Chile y colaboraciones internacionales, ESO se ha comprometido activamente a preservar el legado de los cielos oscuros del país, y hace poco solicitó a la ONU impulsar la protección legal de la astronomía terrestre. 

Iniciativas en La Silla 

ESO también ha estado trabajando para reducir la huella de carbono en La Silla, su primer sitio de observación astronómica, y que tiene un extenso historial de sostenibilidad ambiental. La planta fotovoltaica de La Silla, inaugurada en 2016, tiene la capacidad de producir 1,7 MW y evita la emisión de hasta 400 tCO2e/año. Como resultado, toda la electricidad que se usa durante el día en este observatorio es renovable. La planta obtiene la energía solar a través del uso de paneles solares que abarcan un área de más de 100 000 metros cuadrados.  

Los sitios de ESO son ideales para este tipo de energía, ya que en esta zona hay más de 320 noches (y días) despejadas al año, por lo que la luz solar es abundante. Esto, sumado a una gran mejora de las celdas fotovoltaicas, ha llevado a que la energía solar sea una alternativa a los combustibles fósiles confiable y que casi no requiere mantenimiento, ideal para las necesidades de los observatorios astronómicos. Se usan termopaneles solares para proveer agua caliente a algunas instalaciones residenciales de La Silla, y está planificada la instalación de nuevos paneles en el futuro cercano.  

El consumo energético del sitio ha disminuido significativamente con la introducción de la iluminación LED y sensores de movimiento en el hotel La Silla. Adicionalmente, no se utilizan plásticos de un solo uso y se han dispuesto dispensadores de agua con vasos reutilizables para el personal y los visitantes. El desperdicio de alimentos también se ha minimizado gracias al compostaje activo en el sitio. 

Iniciativas en las oficinas de ESO en Vitacura 

Las oficinas de Vitacura son el centro neurálgico que apoya las operaciones organizacionales de ESO en Chile, y es desde este lugar que ESO colabora con el país y sus autoridades, la comunidad científica y la sociedad. En Vitacura se ha dispuesto infraestructura para reciclar vidrio, cartón, plásticos, baterías y otros, tanto en el edificio principal como en los secundarios. Se utiliza agua subterránea para regar las plantas, árboles, áreas verdes y el jardín del recinto, el cual está siendo remodelado para disminuir el consumo de agua; se reducirán las áreas con pasto y aumentarán las áreas secas. 

En Vitacura también se está migrando a las energías renovables, como parte de un plan de cuatro años de mejoras a la infraestructura, reemplazando los sistemas de calefacción y enfriamiento de las oficinas con alternativas más ecológicas e instalando paneles solares en el techo de los edificios, con lo que se habrán ahorrado, potencialmente, 200 tCO2e/año en 2025, cuando la transición haya finalizado. En este recinto actualmente se usan vehículos eléctricos, lo que reduce más aún el uso de combustibles fósiles y la contaminación. 

Mirada hacia el futuro 

Ser el observatorio de mayor producción del mundo posiciona a ESO como un líder responsable en la respuesta de la comunidad astronómica ante el cambio climático. Con esto en mente, ESO regularmente analiza y aumenta sus acciones para la mejora de la sostenibilidad y la preservación del legado de nuestro planeta a las generaciones futuras.  

Recientemento, ESO contrató a una persona especializada en Sostenibilidad y Diversidad para prestar apoyo en los proyectos medioambientales y coordinar las respuestas y estrategias de la organización, que comenzó en 2023. De igual forma, está activamente comprometido con la reducción de las emisiones de CO2 a través de las energías renovables, cuando sea posible, la reducción de la contaminación, el ahorro hídrico y la preservación del legado de nuestros cielos oscuros.  

“Las medidas de sostenibilidad actuales y planificadas de ESO son un punto de partida. ESO se compromete a analizar regularmente sus fuentes de emisiones y a continuar trabajando para reducir su huella de carbono”, indicó Claudia Burger, Directora de Administración y Presidenta del Comité de Medio Ambiente de ESO.  

ESO también es consciente de su plataforma y estatus institucional, por lo que tiene un fuerte compromiso con la comunicación clara y transparente con su personal y fomentar un diálogo abierto sobre el cambio climático. ESO también se dirigirá al público general, con discusiones honestas sobre el impacto de la astronomía en el clima y las emisiones de CO2, dejando claro a la comunidad los motivos de su compromiso con la sostenibilidad y cómo contribuirá en la lucha contra el cambio climático.